Ausencia de ti.
En qué hondonada esconderé mi alma para que no
vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y
despiadada? En que hondada esconderé mi deseo, tan penetrante y calcinante,
imposible de evadir y doloroso al sentir a grado tal de querer dejar de
existir...donde la locura se convirtió en la única esperanza, donde la
normalidad lleva a desolación y depresión, vivo tranquilo por no padecer de
esos males, vivo tranquilo porque mis allegados los esquivan también...en que
hondada fuimos a caer, que la vida de vuelta en vuelta nos ha de traer, al
olvido dejamos lo bello para buscar encontrarlo de nuevo, muy pocos muros y
demasiadas letras, tantos muros como paredes y de pinturas como de letras hay
tantas, y el tiempo ni mencionar quiero. Solo da la vuelta y mira atrás, revive
el pasado para progresar, no importan incoherencias, quien dice que mañana no
es 12 diciembre también, mientras miras el pasado, la vida sigue avanzando, te
olvidaré entonces insistencia culposa, para un día enfrentarte y decirte que
nunca paso nada, y fue solo un deseo mal concebido, y una muerte anunciada, de
un amor que nunca debía ser, porque tú culpa tenías dueño, y abrazada andabas
gozando las delicias del amor, y terminar diciendo en que hondonada
esconderé mi alma para que tu ausencia no me alcance y me calcine por los
versos que nunca debieron ser.
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